BioEconomía
E D I T O R I A L 1 8 4
Querida/o colega:
Nos complace en volver a acercar una nueva edición de nuestra Revista Agropost, en esta oportunidad orientada bajo a un tema que ya hemos tratado, pero que sin duda en base a su referencia, proyección y oportunidad es meritorio de actualizar.
La triple crisis climática compuesta por la perdida de biodiversidad, el calentamiento global y la contaminación (o externalidad), nos interpela a los profesionales de las ciencias naturales en general a tender a esquemas productivos sostenibles, cíclicos, basados en la naturaleza y que cumplan en definitiva su rol. Que es en definitiva, el de proveer las necesidades del presente, sin comprometer a las de las generaciones futuras, tal cual lo establece nuestra carta magna, que es la Constitución Nacional.
A esta altura se puede afirmar, que los modelos propuestos por la economía neoclásica encontraron sus límites en varios factores desde los supuestos de comportamiento. En realidad, los comportamientos económicos no son lineales, ni predecibles, y pueden variar de acuerdo con el contexto, la naturaleza humana, la variabilidad de los recursos naturales, incluso la interacción entre actores.
Estos factores, de enorme variabilidad entre sí, demuestran que el abordaje mecánico de la economía no hace más que evidenciar sus restricciones y contradicciones en las constantes crisis económicas que padecemos.
Es así que surge el análisis bioeconómico, que determina que nos ocupemos de observar qué ocurre después del uso de esos bienes materiales que producimos y cómo retornamos la mayor proporción al ciclo económico nuevamente. Aplicar la bioeconomía, no es solo un reclamo ambiental, no es una restricción, es una oportunidad de crecimiento y desarrollo, que implica como base necesaria, dar espacio a los profesionales de la cadena bioagroindustrial en la toma de decisiones de nuestro futuro económico, que es en definitiva, nuestro futuro productivo.
Vemos como noticia, que los ministros de agricultura de la Unión Europea piden al bloque integrar la bioeconomía en todas las áreas de la política pública. Es momento donde desde el viejo continente, el Pacto Verde, empieza a transformarse en un Pacto Bioeconómico.
De la definición de una fecha de siembra, de que y donde sembrar, del mejoramiento genético, de la innovación y el agregado de valor de una materia prima o subproducto de la cosecha, de la buena práctica, depende el futuro económico, financiero y monetario de nuestro país. No existen recetas mágicas, mas que el trabajo de nuestros profesionales para sacar el país adelante.
Como dice nuestro ex Presidente y gran Maestro el Ing. Agr. Fernando Vilella, si el siglo XIX fue el siglo de la Física, el Siglo XX fue el siglo de la Química, el Siglo XXI será el siglo de la Biología. Es necesario empezar a ver en clave BIO a las cadenas de valor, los procesos y a la industria en general, alimentaria y la no alimentaria también.
Te invitamos a leer con detenimiento cada nota, donde grandes colegas profesionales intervienen en un análisis profundo y exhaustivo, ya no de lo que se viene… sino, de lo que ya es.
Ing. Agr. Claudio David González
Presidente CPIA
M.N. 17853*01*01