La gestión y conservación de los recursos forestales nativos es un desafío ineludible en la agenda ambiental global. En este contexto, el desarrollo y mantenimiento de sistemas de monitoreo efectivos a escala nacional se ha convertido en una herramienta fundamental para comprender y proteger estos ecosistemas. En el pasado, la falta de definiciones claras y datos actualizados representaba un obstáculo importante en este proceso.

Sin embargo, con la formación de un marco normativo adecuado y la ejecución de inventarios nacionales durante los últimos años, se abrieron nuevas perspectivas para investigar y conservar los bosques nativos en Argentina.

La participación de diversos actores sociales, la formación de recursos humanos especializados y el uso de tecnologías avanzadas de análisis de datos y visualización son componentes esenciales de esta nueva era en la gestión de los bosques. Estos avances permiten la investigación de variables específicas que antes eran difíciles de abordar y prometen un futuro más sostenible para los paisajes forestales.

A lo largo de los últimos años se ha delimitado paulatinamente el marco normativo y jurídico del monitoreo de los recursos naturales en la República Argentina. La reforma constitucional del año 1994 introduce primeramente en el artículo 41 el concepto de “Ambiente”, y ya en el segundo párrafo del mismo impone a las autoridades la obligación de proveer la información y educación que garantizan la participación ciudadana.

Otro concepto clave surge luego de la sanción en 2002 de la Ley General del Ambiente N° 26.675 donde se introducen los “Presupuestos Mínimos”, que refiere a toda norma que concede una tutela ambiental uniforme para todo el territorio nacional y tiene por objeto imponer las condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental. Se señala incluso cuáles son las herramientas de las que será necesario valerse para poder alcanzar los objetivos de la política ambiental nacional, entre los que se encuentra un sistema integrado de diagnóstico e información para administrar los datos significativos y relevantes del ambiente. Inmediatamente después, en 2003 se sanciona la Ley de Información Pública Ambiental N° 25.831 que regula los aspectos sustantivos y procedimentales para garantizar el derecho de acceso a la información en consonancia con lo tratado previamente, y garantiza el derecho de toda persona para obtener esta información en forma libre y gratuita.

En materia específica sobre los recursos forestales nativos, el primer Inventario Nacional de Bosques Nativos (INBN1) fue realizado entre los años 1998 y 2007, mientras se consolidaba el panorama normativo descripto en los párrafos anteriores. Al no existir una definición oficial sobre bosque nativo en su momento, los resultados se dividieron en clases según las definiciones de clasificación de la tierra propuesta por la FAO mediante la Evaluación de los Recursos Forestales (FRA) al año 2000 adaptada a las características y particularidades de la Argentina. El INBN1 representó un punto de inflexión en la disponibilidad de información forestal nacional, contribuyó a que el gobierno y la ciudadanía cuenten con información general sobre los recursos forestales del país. Partiendo de esta base, fue posible visibilizar la problemática de los bosques nativos a escala nacional e instaurar la temática en el ámbito de las políticas públicas.

A partir de la reglamentación de la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Boques Nativos N° 26.331 en 2009 surgieron enunciaciones conceptuales sobre el objeto de estudio, y además oportunidades para explorar nuevos horizontes en consecuencia a través de técnicas de monitoreo. Fundamentalmente, la Ley N° 26.331 establece una definición de bosque nativo y asigna como competencias de la Autoridad Nacional de Aplicación, entre otras, las funciones de mantener actualizada la superficie cubierta y el estado de conservación del recurso nativo, actualizar el inventario nacional, e implementar un sistema de monitoreo sobre los planes de manejo del ordenamiento territorial.

Desarrollo temporal del marco normativo para el monitoreo de los recursos forestales nativos en Argentina

Los pilares conceptuales fueron formalizados para la realización luego del segundo Inventario Nacional de Bosques Nativos (INBN2) entre 2015 y 2020. Una nueva grilla sistemática fue desplegada sobre todo el territorio nacional, estableciendo un conjunto de parcelas remedibles y una metodología replicable que permita el monitoreo de estos sitios en sucesivos ciclos de levantamiento de información. Tal como ocurrió en la experiencia del INBN1, el proceso concluyó con la publicación de los respectivos reportes: nacional y de regiones forestales.

Este marco normativo y técnico que ahora se dispone significa la oportunidad de investigar a fondo aspectos clave de los bosques como: la delimitación de tipos forestales particulares, la biodiversidad en sentido amplio, la dinámica del carbono dentro del ecosistema, y la oferta tanto de bienes como de servicios no madereros. El sistema de monitoreo establecido durante los inventarios nacionales ofrece una base sólida para llevar a cabo investigaciones más especializadas y enfocadas en estas variables puntuales. Esta valiosa información respaldará la toma de decisiones en políticas públicas, la gestión sostenible y la conservación de la biodiversidad, abriendo la puerta a un futuro más prometedor para los recursos forestales nativos. La chance de profundizar en estos aspectos críticos es un paso importante hacia la comprensión y protección integral de los ecosistemas forestales de Argentina.

Por otro lado, la grilla nacional de monitoreo establecida durante el INBN2 ofrece una plataforma sólida para la participación activa y la colaboración de diversos actores sociales. La importancia de involucrar a científicos, organizaciones no gubernamentales, empresas, comunidades locales y la sociedad en su conjunto en este sistema de monitoreo no puede ser subestimada. La diversidad de perspectivas y conocimientos que estos actores aportan es esencial para una comprensión completa de los bosques nativos. Su participación no solo en la recopilación de datos, sino también en la interpretación y aplicación de los hallazgos, garantiza que las decisiones y acciones tomadas sean representativas de las necesidades y deseos de todas las partes interesadas. La colaboración entre estos actores contribuirá a la conservación a largo plazo de nuestros bosques, así como a la búsqueda de soluciones sostenibles que beneficien a toda la sociedad.

Grilla de monitoreo nacional sobre los bosques nativos de Argentina.

Finalmente, la formación de recursos humanos especializados jugará un papel fundamental en el futuro proceso de participación y colaboración en el sistema de monitoreo de bosques nativos. Será esencial contar con profesionales capacitados en áreas como estadística, sistemas de información geográfica, manejo y análisis de datos, así como el uso de herramientas de software de código abierto.

Estas habilidades permitirán a los participantes realizar un análisis más profundo y riguroso de la información recopilada, identificar patrones y tendencias significativas y tomar decisiones informadas en la gestión de los recursos forestales. Además, el desarrollo de herramientas de visualización, como las aplicaciones o tableros en la nube, proporcionará una manera efectiva de comunicar los hallazgos de manera clara y accesible, lo que será crucial para involucrar a un público más amplio en la comprensión y conservación de los bosques nativos.

La inversión en la formación de recursos humanos en estas áreas fortalecerá la capacidad de participación y garantizará que el proceso sea enriquecedor y efectivo para todos los involucrados en el futuro.