INDICE

Septiembre 2022  

Número 181


Ing. en Alimentos Renso Gaudenzi
M.N. 00071*62*14
Gerente Técnico en América Pampa Agroindustrial S.A. 
Consejero e integrante de la Comisión Alimentos de CPIA.

 

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Soja orgánica y su valor agregado

Post pandemia COVID-19, el mundo empezaba a reconfigurar su contexto socio económico y cultural cuando se inició la inesperada invasión de Rusia a Ucrania.  Frente a esto, la crisis que se vive en cada región tiene diversos matices, y los distintos países diseñan políticas y herramientas para que su población pueda satisfacer sus necesidades de desarrollo.

El acceso a la salud y la alimentación jugaron un papel determinante en los últimos tiempos, manifestándose a través de un consumidor con diferencias muy significativas, en función del contexto en el cual se desenvuelve. 

Por un lado, encontramos poblaciones que requieren medidas urgentes para cubrir su demanda nutricional básica y evitar el hambre. Por otro, hay quienes se encuentran en la búsqueda de alimentos basados en dietas saludables que promuevan el bienestar, naturales, semi procesados, amigables con el medio ambiente.

Estados Unidos y Europa lideran actualmente una demanda que crece año a año de alimentos orgánicos y plant based, entre otros. A tal punto que actualmente la demanda de los primeros supera la oferta, tal lo detallan los gráficos debajo.







•    https://letis.org/boom-de-consumo-organico-en-los-mercados-de-la-union-europea/
•    https://letis.org/estados-unidos-efecto-pandemia-en-el-consumo-de-alimentos-y-bebidas/

Argentina tiene una oportunidad para incrementar su participación en este mercado, en el cual se viene desarrollando, pero con un crecimiento por debajo de las expectativas, seguramente influido por diversos factores, entre ellos: tecnológicos, legales, logísticos, comerciales, financieros y culturales.

Uno de los nutrientes alimentarios que ha tenido mayor trascendencia a nivel mundial es la proteína. Algunas regiones del mundo presentan déficit per cápita afectando a la nutrición de su población y, por ende, a su desarrollo. Además, es un componente tecnológico funcional utilizado en una gran variedad de productos alimenticios, en los cuales permite mejorar las características sensoriales, estructurales y funcionales. También tiene otras aplicaciones, ya que es posible, a través de diversos procesos, obtener adhesivos, tintas, bioplásticos, etc.

Una fuente proteica destacada es la soja, que tiene la versatilidad de ajustarse a incontables matrices alimentarias, escalas productivas y, por consiguiente, insertarse en nichos específicos de mercado.
La soja orgánica originada y transformada localmente en una cadena de valor integrada arrastra una oportunidad para las economías regionales. Demanda una escala pequeña de producción, la cual se debe desarrollar y ajustar al entorno local y, a través del agregado de valor, generar productos diferenciados, con los cuales se abre una puerta a potenciales negocios en los mercados mencionados anteriormente.

Es necesario entender y responder a la necesidad de este tipo de consumidores, quienes requieren que los alimentos sean: clean label (etiqueta limpia), trazables, certificados, inocuos, elaborados en condiciones de sustentabilidad y que tengan atributos sensoriales adecuados. Esto se favorece aún más ya que, además de orgánico, estos productos se incluyen en otro claim demandado como es: ¨plant based¨. 

Es imprescindible que este tipo de proyectos sean acompañados de una ingeniería comercial y de incentivos a nivel nacional que permitan a los emprendedores que eligen invertir, obtener una rentabilidad diferenciada, y promover el alcance de estos productos dentro de la oferta exportable al mercado mundial.

Dada las dificultades del contexto, la inversión productiva es traccionada por un negocio que se compone de varios elementos. Entre ellos, el mercado que demanda el producto, el marco legal y técnico, las políticas de desarrollo productivo, el producto diferenciado, la tecnología y el conocimiento requeridos, el proceso logístico y comercial y el proceso de gestión de calidad e inocuidad, entre otros. 

Los productos orgánicos tienen un potencial a desarrollar que será valorado con el tiempo como alternativa, sobre todo en las economías regionales, para promover la generación de negocios de exportación en origen, con mucha diversidad de recursos, fortaleciendo el crecimiento de las comunidades que forman parte de su entorno.